jueves, 24 de marzo de 2011

24 de Marzo:" Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia"

 Hoy recordamos un día que nunca debío pasar!!! Por eso les traigo aquí el cuento escrito para sus alumnos por una maestra de mi escuela: 
EP Nº 9 de Longchamps, Buenos Aires Argentina
a quien pedí permiso para publicarlo y que gustosa me dijo que
¡SI!!!
por eso hoy dedico esta entrada en esta día tan especial a ella UNA MAESTRA, DOCENTE DE VOCACION, MAESTRA DE MI ESCUELA... MAESTRA DE MIS HIJOS!!!
EUGE...FELICITACIONES!!!! MERECES QUE EL MUNDO LO CONOZCA...
HOY 24 DE MARZO DE 2011 A 
35 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO. 
Con cariño ♥LORENA♥
"SECRETOS"
Sonó la campana. Aviso para salir al recreo. Y allí nos juntamos. En el patio, bajo un arbol que estaba en el rincon más alejado. A veces, jugabamos al elástico o a la soga. Los varones, a las bolitas. Pero lo que más nos gustaba era contar nuestros secretos. "Los" secretos. Había que hablar bajito porque realmente era muy importante que nadie los supiera. En la Argentina de los años 70 todos aprendimos a hablar bajito.
Anita empezó la ronda contando el suyo: 
-Ayer en mi casa enterramos los libros, todos los libros. O casi. Solo quedaron a la vista las revistas Radiolandia, que mi abuelita lee y relee en sus tardes de siesta, cuando no se puede dormir y cuando no le gustan los invitados de Mirta Legrand. Entonces, es mejor una Radiolandia. porque todavía no es "la hora de Bonanza.
Yo me quedé pensando...¿Enterrar los libros? Sabía que se enterraba a los muertos, pero... ¿Un libro?
- ¿Lleno de vida lo enterraron? le pregunté. Anita se quedó mirándome. Ella tampoco entendía mucho. Pero sabía que había que enterrarlos. Algunos en el barrio ya habían pagado por no hacerlo. Cuando aparecía un Ford verde... mal presagio. Todos adentro. Silencio. Y ellos se ocupaban de sus cobranzas.
Entre, gritos desesperados, llantos de niños. nada los detenía. Enseguida todo se acallaba. y si encontraban "algo" la casa quedaba totalmente vacía. Así que, a los libros era mejor enterrarlos.
Y así lo hicieron. Con tristeza, con un profundo dolor, en la noche, en plena oscuridad.
toda la familia colaboró en ese funeral.
Juancito y el papá hicieron el pozo. luego uno por uno fueron llevando los libros a su morada final. Eran muchos...
Por eso Anita ese día tenía tanto sueño. No había pegado un ojo en toda la noche.
Primero, por el funeral de los libros y, luego, porque se quedó leyendo... Sus libros de cuento que no habían sufrido el triste destino. Ellos todavía tenían permiso para seguir viviendo.
Autora: María Eugenia Holececk
Docente de 6to Año
EP Nº9. Longchamps

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